viernes, 3 de julio de 2015

Día 5 del Camino de Santiago. Almonacid de Toledo - Novés (82 km)

Ruta que empieza mal.... no puede terminar bien y eso es justamente lo que ha pasado hoy y es que intentando recortar kilómetros he conseguido todo lo contrario, aumentarlos.

Intentando llegar directamente a Toledo sin pasar por Nambroca, Burguillos de Toledo y Cobisa, finalmente no he tenido que pasar por estos tres sino por estos anteriores y dos pueblos más aumentando considerablemente la vuelta.

Y esto como es posible? Pues para empezar porque sin darme cuenta me he metido en la autovía por la que he recorrido 10 kilómetros buscando una salida, por la cual he llegado hasta las Nieves desde donde estaba escasamente a 6 kilómetros Toledo, y parece cerca sí, pero aun así he tenido que hacer cerca de 30 kilómetros para poder llegar hasta allí ya que no podía jugármela otra vez y entrar a la autovía por lo que he tenido que ir pasando uno a uno por todos los pueblos, hoy ha sido una ruta turística.




Este ha sido el primer incidente de la mañana, después todo correcto hasta Toledo, donde subo al Ayuntamiento, me paseo un poco por el casco histórico, sello la credencial y de la misma forma que llego me voy, dejando atrás Toledo.




Hasta aquí sigue todo igual, bien de momento, hasta que pongo rumbo Rielves que está a 20 kilómetros de Toledo y a otros 20 de Novés, punto final de esta etapa.

Pues bien, como en etapas anteriores las flechas desaparecen a mitad de ruta y caminos que aparecen no salen señalados en la guía por lo que no se por cuál debo continuar y así, es como aumentan los kilómetros sin llegar a ningún sitio, simplemente dando vueltas.

Entrando por fin a Rielves, en una subida corta, poco pronunciada y de asfalto, nada del otro mundo, algo normal y corriente donde no tiene porqué haber ningún problema, parto un radio de la rueda trasera. OTRA VEEEEEZ!!!!

Ya es la tercera vez en menos de 5 meses, debe ser que mi ruedas son de juguete.

Bueno, continuo la marcha después de apañarlo de aquella manera y al poco tiempo el transportín (donde van las alforjas) decide que quiere girarse y rozar con la rueda, porque ha dicho que el también quería jugar y que si el radio se rompía, el también quería ser protagonista, incrementando aun más el esfuerzo que supone mover la bici cargada.

Aprieto los dientes y sigo pedaleando los últimos 20 kilómetros de esta ruta, donde ya se empiezan a sentir las cuestas tremendas de las que me han avisado, vendrán a partir de mañana, una vez me vaya acercando a Ávila.

Ya veo el pueblo y estoy a punto de llorar de la emoción de las ganas que tengo de dejar la bici a un lado, aunque eso no duraría mucho ya que he tenido que desplazarme a otro pueblo a reparar la bicicleta.

Al llegar a Novés he llamado al Padre Eladio quien me ha dado la llave del albergue y me ha explicado todo lo que hay en él. Y he de decir que es el mejor en el que he estado hasta ahora, lavadora, microondas, nevera...

Después de poner la lavadora y tender la ropa, he descansado un poco y me he desplazado en taxi hasta Torrijos, pueblo que está a unos 7 kilómetros donde  me han reparado el radio, y me han ajustado el resto, además me han cambiado los frenos ya que iban justillos.

A punto de salir de la tienda de bicis "TodobiciTorrijos" han entrado tres hombres que se han dirigido a mi preguntándome que de donde era ya que me habían visto por la mañana en Novés y al explicarle de donde era y que hacía allí se han mostrado voluntarios a llevarme de vuelta al pueblo, donde a parte de acercarme me han explicado por donde tengo que ir mañana para seguir la ruta.

Por tanto si algún día leen esto, muchas gracias, al igual que a la mujer del bar de Almonacid de Toledo que me dejo una colchoneta para dormir ya que en ese albergue no había de nada, además lo único que me pidió a cambio fue que cuando llegará a Santiago enchufase  una vela por ella.

Y bueno poco más hay que contar de esta etapa bastante sufrida a parte de que Toledo es impresionante y que me gustaría volver a ir, eso sí, la bici se queda en casa castigada.

Mañana a empezar las subidas y los puertos de montaña, seguramente recortaré las etapas haciéndolas entre 60-70 kilómetros. 

El destino de mañana aun no está claro, depende de como me encuentre.

Ale, buenas noches y a soñar y dadme fuerzas que las necesito!!!!

4 comentarios:

  1. toni_138_sr@hotmail.com4 de julio de 2015, 1:05

    Hola Dani, de nuevo; es maravilloso el relato que cuentas en esta última etapa porque ya se va viendo y, sobre todo, notando lo que es,verdaderamente, hacer el Camino de Santiago. A partir de ahora te enfrentarás a retos más fáciles y a retos más complejos, pero estoy segura que vas a afrontar las situaciones con toda rabia y mucha energía. No olvides núnca que cada día que salgas a continuar el trayecto aventurero estaremos, aunque cada vez más lejos físicamente, más cerca y presente en nuestra mente y corazones.
    Me pareces muy valiente enfrentarte a este reto que te has propuesto hacer, tú solo en compañía de tu bici por caminos, gran parte de ellos "perdidos de la mano de Dios", con cantidad de contratiempos, sin olvidar la meteorología de estos días tan calurosas.
    Si consigues alcanzar este reto, que estoy segura va a ser que sí, puedes conseguir lo que te propongas en esta vida
    Mucho ánimo que estámos siempre contigo, no lo olvides.

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  2. Dani q decirte, más q cada día q pasa me asombro de la valentía con la q afrontas día a día el camino. No desistas, pues tienes muxa fuerza en tu interior.
    Sólo decirte q cuando termine esta aventura, exaré de menos estos relatos, q me mantienen despierta en el servicio de observacion y con ganas de leer las aventuras del día siguiente. Ánimo Dani q tú puedes!!!

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  3. El Camino te ha castigado por intentar acortar! Vaya etapa mas problemática... y lo de los radios estaba cantado! Ahora que ya estas a mitad solo hay que mirar para adelante y apretar el culo! Huevos Daniel!
    PD: El GPS es ilegal en el Camino o como esta el asunto?

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  4. aurelio20650@gmail.com4 de julio de 2015, 19:02

    Quinto relato épico.
    Filipo II, rey de Macedonia y casado en primeras nupcias con Olimpia, princesa de Epiro, tuvieron un hijo al que llamaron Alejandro. Este muchacho demostró desde pequeño su intrepidez y audacia.
    Su padre compró un caballo de pelo negro y porte impresionante al que nadie consiguió montar ni domar.
    Alejandro, aún siendo un niño, se dio cuenta de que el caballo se asustaba de su propia sombra y lo montó dirigiendo su vista hacia el Sol. Tras domar a Bucéfalo, su caballo, su padre le dijo: «Búscate otro reino, hijo, pues Macedonia no es lo suficientemente grande para ti». A los 20 años Alejandro inició la conquista del Imperio persa.
    Este niño fue Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno y rey de un vasto imperio.
    Tu caballo Bucéfalo es tu bici y tu imperio por conquistar la larga ruta del sureste que libras día a día. Sigue así pues como el gran Alejandro ese reino se quedará pequeño ante tus pies.

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